Oh cariño, ¿que hiciste?

Que obsesiva, te dije que no lo lograrías!
¡Pero estas aquí en frente mío!, con una mirada delirante y en un paso deleitaste.
Me dijiste que lo harías, me advertiste con una mirada fría y vacía.
¡Pero mírate que hermosa estas!, avanzas paso a paso, mirada a mirada.
Empiezo a dudar de mis palabras, pero es muy tarde para tragarlas.
¡Pero aún puedo morder mi lengua!, a cada instante que pasa es más difícil de mirar.
Oh cariño, o pequeña, desde el fondo de mi corazón, perdóname, por no ver lo que valías, por no ver lo que podías hacer.
 ¡O lo que pudiste hacer!, pero no le temiste a la muerte, y ahora, estas pagando lo vasos rotos.